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Quiénes somos

¿QUÉ ES LA LEGIÓN DE MARÍA?

Es una organización apostólica de laicos en la Iglesia Católica con más de 10 millones de miembros activos y millones de auxiliares en el mundo, nació en Dublín, Irlanda el 7 de setiembre de 1921. Las oraciones legionarias se rezan ya en 125 lenguas distintas. Ha sido aprobado por los 6 últimos Papas y también por el Concilio Vaticano II.

El nombre de Legión de María obedece a que el espíritu de la organización quiere ser el mismo de la Virgen Santa María. Ella es la reina de los Apóstoles, porque fue la primera en presentar a Cristo ante los hombres.

¿QUIÉNES PUEDEN PERTENECER?

Todo católico que practique fielmente su religión y desee ser útil a la Iglesia y a la sociedad, y que esté dispuesto a cumplir las normas funcionales de la asociación.

La Legión de María no es privativa de tipos escogidos, sino que representa el auténtico catolicismo. Solo exige ganas de darse a los demás.

¿QUÉ HACE?

Orar y trabajar apostólicamente. Funciona con reuniones semanales de grupo, donde se ora, se revisa la actividad apostólica, y se estudian temas formativos para hacer más eficaz el apostolado.

Los grupos son mixtos de unos 12 miembros dirigidos por 4 seglares y un sacerdote. Existen grupos para adultos a partir de los 18 años. Para menores de edad hay grupos de semilleros (niños de 5 a 10 años), juveniles (de 11 a 14 años) e Intermedios (de 15 a 18 años).

Su sistema es bien sencillo:

¿QUÉ DEBE HACER CADA LEGIONARIO ACTIVO?

  1. Asistir puntual y semanalmente a la junta de su grupo, donde se mezclan íntimamente la revisión del trabajo efectuado, la formación espiritual y humano-apostólica, con la oración en común.
  2. Rezar diariamente la Catena, que es el Magníficat de la Virgen, la oración de los pobres y de los humildes.
  3. Realizar un trabajo apostólico concreto cada semana, con duración mínima de dos horas, acompañado de otro legionario.
  4. Mantener en secreto los asuntos discutidos en la Junta o conocidos en el ejercicio del trabajo legionario.

No es mucho pedir. El Concilio Vaticano II ha sido bastante más duro al decir del católico que no hace apostolado en la medida de sus posibilidades, que «debe considerarse como inútil para la Iglesia y para sí mismo» (AA, Nº 2).

Los trabajos deben ser activos y sólidos.

Los prejuveniles y juveniles hacen un apostolado de formación.

Siempre debe darse preferencia al apostolado entre jóvenes, por aquello del Vaticano II: «Los jóvenes deben convertirse en los primeros e inmediatos apóstoles con los jóvenes» (AA, Nº 12)

No es labor de la Legión de María dar socorro material (dinero, ropas, etc). Se trata de llevar algo más importante. Recuérdese que también los Apóstoles prefirieron dedicarse a anunciar el Mensaje de Cristo y eligieron otros que cuidaran a los necesitados (Hech. 6, 2).

Por eso, también la Legión de María tiene prohibido recaudar fondos fuera de ella a favor de nada ni de nadie. Su única fuente de ingresos es la colecta voluntaria y secreta que se hace en cada junta.

Lo que persigue la Legión de María es entablar un contacto de verdadera amistad con cada persona individual. Intenta llenar de amor lo que está vacío de él, convencida de que sólo así podrá cambiarse el mundo.

¿CUÁL ES EL PAPEL DE LOS SOCIOS?

Socios Activos: pueden ingresar todo católico que practique fielmente su religión, desee ser útil a la Iglesia y sociedad; y que esté dispuesto a cumplir las normas funcionales de la asociación.

Asumen asistir puntual y semanalmente a la junta de su grupo; rezar diariamente la Catena; realizar un trabajo apostólico cada semana, con duración mínima de dos horas, acompañado de otro legionario; y a mantener en secreto los asuntos discutidos en la Junta o conocidos en el ejercicio del trabajo legionario.

Los Socios Auxiliares en cambio prestan un servicio de oración y pueden ingresar sacerdotes, religiosos y seglares que no pueden o no quieren asumir los deberes del socio activo.

El servicio de los auxiliares consiste en rezar diariamente las oraciones contenidas en la Téssera (hojita de oraciones), a saber: la invocación y la oración al Espíritu Santo; cinco decenas del Rosario y las oraciones que siguen después; la Catena y, por último, las oraciones finales.

Los que recen el Rosario diariamente por cualquier intención que sea, pueden hacerse Socios Auxiliares sin obligación de añadir otro Rosario.